Usted desespera, abraza con sus palabras
esas especiales que me tienen aprisionada.
Me habla cada día de su pasión desbocada
que me lleva en su boca, y me besa el alma.
Ha dicho sin prisa, con mucha calma
que mi cuerpo huele a malva.
Que anhela mi piel y besarme cada mañana.
Ayer usted dijo que era la dueña de su vida
que su amor era puro ,
que su corazón sin mi ya no vivía.
Que a sus años guarda en su corazón
mieles y esperanzas,
que desea mi amor hasta su última alborada,
y luego usted desaparece dejandome sin sus palabras.
Casi abro mi corazón de llanto incesante
casi tomo el primer tren en busca de su aliento.
Estuve horas en silencio buscando la solución a mi tormento.
El miedo frenó mis pensamientos
aceleró mi desasosiego,
usted no entiende y no pone freno
si me ha de hablar no apague el fuego
que abraza mi ser y me deja sin consuelo.
Suyai Chile 2011 copyright
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