Me estremezco, tiemblo, estoy sudando...
mi cuerpo se agita,
mi pecho gime
siento tu aroma
en mi piel, en mis manos.
Todo y nada me queda...
un suspiro, un quejido
mi deseo no ha sido en vano.
Te tuve, me tuviste
nos amamos...
luego el silencio,
el cansancio.
El sueño; mi dueño,
fui tu rehén, fuiste mi esclavo,
encendiste el fuego,
encendimos el estaño.
Nos fundimos juntos
en este sueño de ocaso.
De fiebre, de agonía,
de éxtasis infinito,
nos fundimos en un sólo ser
ya nada puede separarnos.
Suyai
copyright 2009
E.M.
Maravilloso, sutilmente erótico...de una maestría al escribir cada palabra en versos que me llevan al extasís del amor...
ResponderEliminarGracias Suyai...