Se ahogan mis suspiros
en la noche silente,
mis sollozos se aquietan
cuando vienes a mi mente.
Me ahogo en tu recuerdo
me baño en tu desierto,
mi pecho se abre ante el dolor
de esto que voy sintiendo.
Siento en la penumbra
tu suave aroma a madero seco,
como la leña estoy
esperando tu regreso.
Siento ansias de tu regazo
que cubre todo mi cuerpo,
escucho tu voz que dice mi nombre
y pálida embriagada... tiemblo.
Quiero sellar tu venida
con mi lengua de fuego,
encender la hoguera
para que no descubras que tiemblo.
Mi suspiro se aquieta
llegas y te beso,
me tomas en tus brazos
entonces te digo:
¡por fin has vuelto¡
Suyai
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Chile.
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