Debo confesarlo...
triste muy triste
me encuentro.
Me duele todo
hasta mis huesos.
Me he encadenado
sola en mi propio
tormento...
Mi agonía me lleva
a la tortura de mi
padecimiento.
Le he mentido
le he dicho que no le quiero.
Por torpeza, por orgullo
por falta de discernimiento.
Y ahora que le he perdido
llorando me encuentro.
Tan sólo bastaría...
correr a su encuentro.
Más todo es inútil
su voz se ha dormido
al ruego.
Escucharme quisiera,
pero eso es mi tormento.
Su corazón se ha marchado
a dónde seguirlo no puedo.
Vagaré por el mundo
vestida de negro.
Llorando y gimiendo
la tristeza de no tenerlo.
¡ay ¡ desgracia mía
este será mi cruel tormento.
Suyai
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Chile.
Edith, especialmente este último poema tuyo me gustó más. Espero que no deba decir aún que a él lo he perdido. Yo sé que él me quiere pero las dudas nublan mucho. Tal como tú dices "desamores". Voy a imprimirlo, quiero tener este poema cerca. Un abrazo.
ResponderEliminarÉl es un angel de amor. Aún no sabe que es un ángel, ahora está encarnado en un hombre lleno de problemas.
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