Mis silencios están llenos de ti,
en cada espacio que descubro
los dejo con tu aliento.
Me asigno un reglamento
cada día más eterno,
sigilosa van mis huellas
buscando siempre de ti
bellos recuerdos.
Vives en el alma mía
desde que nací.
No recuerdo otros momentos
que no haya pensado en ti.
Te asomaste a mi sendero
cuando aún nada sabia,
infringiste los derechos
adueñándote de mis días.
Te acoplaste a mi puerto
sin dejar espacio
para que nadie viera
que había una sonrisa de niña.
Intuí que sería parte de tu vida,
para dejar en tu huerto
con mi sangre, con mi vista
aquello que tanto querías.
Has estado en mi alma,
noche, día,
perpetuado mi cariño
en cada surco de tu agonía.
Me perteneces,
te pertenezco
dónde quiera que yo vaya
vas conmigo.
Déjame decirte, que en este instante
eres como suave brisa
que pasa silente
haciéndome compañía.
Suyai 2010
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