
En penumbras a hurtadillas
sigo su huella,
huelo su aroma en cada ola
que borra indolente
sin sospechar lo que duele.
El viento que pasa
me deja su perfume de
mar,
son sus pisadas perlas
que voy besando con ansiedad.
Amo la noche en su oscuridad
ella me cubre
me incita a abrazar
siguiendo huellas
que dejan su paso
avivando mi cantar.
Que no sepa nadie
ni él pueda sospechar
que voy mendigando
su paso al andar.
Son sólo míos
estos momentos
envolviendo a mi recuerdo
lo que un día deje
marchar.
Suyai Chile
"...huelo su aroma en cada ola
ResponderEliminarque borra indolente
sin sospechar lo que duele..."
El eterno desencuentro, ausencia y dolor de amar.
Muy bueno Edith.
Gracias Juan Carlos, encantada de verte en mi blogs, un abrazo y siempre mucho cariño para ti desde el otro lado de la cordillera Chile.
ResponderEliminarQué difícil ecribir con lo ido. Tú lo haces y para ello se requiere de valentía.
ResponderEliminarEres un corazón que late y que se expresa.
"...son sus pisadas perlas
que voy besando con ansiedad."
¡Una maravilla.
Edgar, me sigues y eso me hace bien, gracias por estar en mis letras, no sabes lo que te agradezco.
ResponderEliminarMi amigo poeta un abrazo estrecho.