jueves, 14 de abril de 2011

Silencio


La agonía de una tarde se fijó en mis ojos,

vi los tuyos mirar con dulzor, otros que no eran

los míos.

Y el alba vino a mi encuentro,

temblando de un miedo desconocido.

Mil latidos, me hicieron caer descalza

y del pecho herido se abrió una llaga

que escondí melancólica y turbada.

Tus labios nada dijeron, sólo sentí silencio

No hubo mejor excusa,

tus labios murieron a mi beso.

Te alejaste altivo

y con rumbo nuevo.

Mi luz se apagó esa tarde

que de otros brazos partiste ufano.

Suyai

2 comentarios:

  1. me gusto este poema dejas en claro q despues del amor esta la tristeza ,con el resentimiento me gusta saludos

    att krisherme .

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  2. Gracias por pasar y dejar tu comentario, es importante conocer tu opinión.
    Te espero en otros poemas.....

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