Soñaba en la noche
negra de la vida,
te vi amando
mi silueta,
que se escapaba
cuando al campo iba.
Busqué tu presencia
hasta el alba,
grité tu nombre
y mi voz ahogó
el grito
que no escuchabas.
Alcé mi mano
para alcanzarte
y en ese instante
comprendí; eras un espejismo.
¡Ay! de mí, loca
ilusa
ENAMORADA
de la nada.
Suyai 2011 Chile copyright
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