jueves, 28 de mayo de 2009

Oculta realidad..


Cimbreante y coqueta

vienes camino a la ciudad,

con ese vigor juvenil

que te hace tan singular.


Perceptible es tu afán

de querer pasar inadvertida

más la visión de tu silueta,

hace aplaudir a todos los que te ven pasar.


Trémulo de emoción y de orgullo

él te hace la venia al verte caminar,

y tú tan soberbia y altiva

lo ignoras,

sin embargo, tu pecho se agita,

y del galope furioso

comienzas a temblar.


Innato y ligero es tu parpadear

sutilmente, tomas tus cabellos

que caen por tus hombros

y comienzas con ellos a jugar.


Embebida por tu aureola sublime

y estremecida de nerviosismo

entras al templo

con Dios a conversar.


Esquivas su mirada,

aquella que sólo quieres mirar,

y tus ojos van sonriendo,

sin que él, te pueda ya observar.


Suyai E.M.

D/R

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