A tu sombra
en la quietud
de la tarde,
de la distancia.
Te recuerdo añorando
tus palabras,
deseando
tus labios,
que vengan
a calmar mi sed de ellos.
Tu ausencia
me provoca tristeza,
carencias que no puedo
ocultar.
Tengo celos,
de las horas
que me dejan
sin saber de ti.
Yo, que tu risa ansío
tu voz escuchar,
tomarme de tu talle
entrelazarnos en un vals.
Hombre que me has robado
la calma,
mis pensamientos son sólo
para ti.
Dime: ¿ qué debo hacer
para atenuar estas ansias
qué sólo me hacen
sufrir?
Suyai 2010
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Ésas ansías que no deseariamos, pero nos encanta sentir...
ResponderEliminarMuy lindo
Hermoso poema, en tiempos de desamor cuando el alma anhela los momentos que se quedaron en una esquina de la vida. Felicitaciones muy bien logrado!
ResponderEliminarNorton Contreras Robledo
Gracias amigos, es lindo saber lo que ustedes sienten al leer mis letras.
ResponderEliminarMi alma se contenta y vibro con ello. Abrazos.