viernes, 22 de octubre de 2010

Bien amado.


Al leer sus líneas,
mi tristeza invadió mi alma.
No supe qué decir,
me quedé vacía
como una estatua estéril, fría.
Marchaba a otras veredas,
a otras vidas.
Y me quedé en silencio,
masticando su despedida.
Mis ojos lloraron,
mis palabras no podía escuchar,
ya había partido,
tal vez silbando ufano iba ya.
¡Qué alegre es el camino
cuando buscas tu destino!
Ignorando que ha herido
que ha marchitado un corazón
que ha quedado herido.
Vuela golondrina
en busca de un nuevo nido,
que sus alas lo lleven
al camino escogido.
Sonría con optimismo,
las gentes a su paso
harán lo mismo.
No malgaste su tiempo,
¡ vívalo!
Yo, me sentaré a esperar
que el vuelo tenga buen destino.
Qué sus pupilas se contagien
de nuevos coloridos,
que el perfume de otras rosas
invadan sus sentidos.
Las flores que un día me dejó
ya se han marchitado,
son la cruel prueba
de un amor que se ha esfumado.
En el espejo de la vida
mi cuerpo se ha esbozado,
se ha ido tras suyo
mi sueño más amado.
No siento pena
por lo que me ha hecho,
sólo tengo recuerdos bellos
y quiero que sea
¡Bien amado!

Suyai 2010 copyright





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