Me paseo por los rincones
de la soledad,
huérfana de tu presencia,
atada con garfios de hierro,
no me dejan avanzar.
Escucho la tristeza envuelta
en murmullos,
debilita mi esencia que sin ti
suele llorar.
Escojo un libro,
para evadir mis pensamientos
y en cada letra que leo
aparece tu nombre y tiemblo.
Me atas a tu silencio
a esperarte aún sabiendo
que no eres capaz de calmar
mi soledad.
En las silentes horas de mi cavilar
surges riendo
y calmas mi ansiedad,
es tan sólo un instante y te vuelves
a marchar.
Sigo sentada en las sombras
con un peso que me impide
salir a caminar,
permanezco olvidada con la vista
en el sendero por si pudieses retornar.
Suyay 2010 copyright Chile.
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