
Callen voces que se alzaron
Un espacio para encontrar los secretos del alma, el amor la alegría y también el desamor.
No le veré nunca,
y aún así le amo.
No verá mis ojos
mirarle con amor.
No verá lágrimas
derramadas por ausencia.
Son lágrimas furtivas
de dolor y olvido.
Mi dolor corroe, mata
pero no lo sabrá jamás.
No sabrá donde vaga mi sed de amarle,
donde se pierde mi voz
para susurrarle
cuánto, cuánto le quiero.
No habrá luna llena
que me lleve a su cuerpo.
No habrá rugido del viento
que le abrace,
buscando sosiego.
No le veré nunca
y aún así le escribo.
Quizás un suspiro
una lágrima errante
llegue a su destino.
Quizás perdido en el silencio
de la noche callada,
escuches un latido.
Será mi último aliento
mi último verso
que por ti yo he vertido.
SUYAI COPYRIGHT 2011 Chile D/ R
Mustias, silentes horas
van arratrando
aciagos recuerdos
lágrimas, sollozos
quiero olvidar.
Marchitas van quedando
estrujadas, dolientes
recorren sin cesar
mascullando mi tormento
se encadena sin piedad.
Postreras heridas
no cicatrizadas
agrietan mi respirar
me impiden soñar,
me impiden avanzar.
Horas lentas tormentosas
eternas,
se agudizan llevándose
todo atisbo de felicidad.
Horas,
se que miráis
incrédulas
aún después de mil años
le sueño, le espero
vencida no estoy.