
Un dejo de tristeza,
en sus labios temblorosos percibí,
en la oscura tarde,
sus ojos se apagaron
le vi... morir.
Sus labios silenciaron
la suave lluvia,
su voz quejumbrosa
despidióse...
y lentamente arrastrando su cuerpo
por aquel gélido pasillo
le vi salir.
¡ Qué extraña sensación...
siendo tan joven
parecía un señor senil.¡
Suyai 2010
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