Este escozor leve,
intenso
me tumba,
me produce
un fuego interno
que nadie entiende.
Me alejo titubeante,
al instante regreso.
Extasiada,
silenciosa
tan sólo para verte
de lejos.
Mantengo distancia
me regocijo triunfante
ante la luz de tus ojos,
ellos me miran y
nada comprenden.
Sigo cautelosa,
me embriago en mi deleite,
como si no estuvieras
presente.
No quisiera
que un atisbo me delate
revelando mi secreto,
descorriendo cortinas
mostrando el temblor
de mis manos,
de mi cuerpo
cuando tranquilo
y sereno
ajeno vienes.
¡Ay qué dolor se produce
cuando al amor le temes!
Suyai 2010 Chile copyright
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