miércoles, 24 de noviembre de 2010

Una como yo.


Erase una como yo
con varias décadas menos,
trepada en la biblioteca
de los abuelos.

Allí encontraba el sol
mostrándole el universo.

Las pupilas dilatadas
saboreando versos y cuentos.

Encontraba la dicha,y el ensueño
en las letras de aquellos libros viejos.

La fantasía se apoderaba
hasta de sus huesos,
en que horas permanecía
tendida en el suelo.

Erase una como yo
niña en aquel feliz tiempo
las horas divinas
las pasaba leyendo.

Entre abedules y margaritas
evadía su tiempo
integrada a la vida
de los protagonistas
de aquellos cuentos.

En la copa de un árbol
amarrada a un ciruelo
saltando acequias
bañándose en el estero.

Erase una chica feliz en aquel tiempo
de su nombre; ya no me acuerdo.

Suyai copyright 2010 Chile

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