martes, 3 de noviembre de 2009

Adicción...


Cómo siento la tibieza de tus labios,
posándose sutilmente en los míos,
me alzan a las alturas,
y en ella me encuentro contigo.

De esa felicidad que te embriaga
de esa me siento sucumbida
son tus besos los que subyugan
y enloquecen a mi vida.

Me he convertido adicta a ti,
adicta a tus besos,
a tu piel,
a tus manos,
a tu cuerpo.

Adicta a tus miradas
que me envuelven en trajes
de fino terciopelo,
una mirada tuya...
y me transporto al mismo cielo.

Suave tersura y color de miel
tienen tus cabellos,
ojos pardos que me acarician
quiero dormirme en ellos.

Voz ronca y varonil
que llega a endulzar mis oídos,
son tus tonos quejumbrosos
los que me tienen ya sin sentido.

Cómo acallar esta adicción
que ciega mis sentidos
sólo quiero estar en tus brazos
escuchar tu latir y saber
que estás a mi corazón unido.

Acaricia mis cabellos que se enredan
en tus dedos,
como una cascada
que cubre mi cuerpo desnudo,
que tiembla ...
y sucumbe al rojo vivo.

Esta adicción me embravece,
me apaga los pudores
y me envuelve
en una pantera
que se mueve y entrega
a tus voluptuosos vaivenes.

Suyai
D/R
E.M.
Chile.

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