jueves, 7 de enero de 2010

Esperándote.


Cuando las horas de la tarde languidecen,
mi alma se inquieta,
perturbada y melancólica
ansía pronto tu llegada.

Mis manos temblorosas
se retuercen nerviosas,
mis ojos cautelosos
te buscan , te esperan.

Cómo pasan de lentos los segundos
los minutos y las horas...
¡ay ¡ qué eternos me parecen
si luego no asomas.

Mi dicha empieza cuando tu me sonríes,
porque en esa sonrisa tuya
me entregas la vida.

¡ Ay ¡ qué dicha más hermosa
me brindas con tu mirada,
tus labios que dibujan
una sonrisa enamorada.

Aquí estoy sentada
a la puerta de mi morada
esperando tu llegada
con la sonrisa en mi cara.

Mis ojos languidecen
mis labios tiemblan
mis manos te añoran
y mi corazón te ama.

Suyai
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todos los derechos reservados.
Chile.



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