miércoles, 13 de enero de 2010

Marchése doña tristeza.


Desgarrándose la vida se marcha la tristeza,
dando vueltas a la manivela
para que esta señora...
no vuelva.

Incendiándo la pradera de mi vida
he dejado atrás la tristeza...
esa agonía inútil,
que sin piedad marchitó
el capullo que prometía
y que no llegó a ser.

¿ Por qué se aprende tanto de la tristeza...?
Porque llega cuando tu no la esperas,
porque se hace tu amiga
de noches y tardes..más de una vida
casi eterna.

Hoy le digo adiós a esta señora,
no la quiero más
a los pies de mi pieza.

Márchese ahora...
que le doy la oportunidad
de ser libre,
no se queje, no tenga pereza.

Ya no hay sitio para usted , señora...
no ve que ya abrí otra celda?
Acurrúquese, enrróllese...
desaparezca.

La nueva aurora, ya se acerca
los ruiseñores abundan en la alberca,
el jardín ha florecido
y no hay flores secas.

Un gorrión se ha posado
en la única rama seca...
esa que usted trajo
la noche que murió su amiga
doña tristeza.

Suyai
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Chile.




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